AMORLOCURAMUERTE

CABABIE, RICARDO BENJAMIN

En este ensayo se investiga acerca de cómo la historia de la mitología, la filosofía y la medicina, entrecruzadas con la religión como órgano de base, fueron ubicando a la mujer en un lugar de objeto de goce múltiple del hombre. (Del Prólogo).

Si Dios huele a inquisición, será porque los hombres lo utilizan como sutil fetiche, como estandarte para ejercer las más variadas perversiones. Mientras tanto, semblantean que representan una ley que protege al pueblo. Lo hacen en el intento vano de exorcizar aquellos monstruos que Goya, con maestría, solía dibujar, los mismos que habitan en ellos, los mismos que los mortifican. […]

Sexualidad y muerte esta vez entrelazadas de la peor manera con la dosis macabra, con la crueldad a flor de piel, con la nefasta dominación y sometimiento del otro que lleva al paroxismo. ¡Nada peor que la verdad-punitiva del oscurantismo, luz más luz…! (Del capítulo II, Pasiones oscuras: entre el odio y la ignorancia).

El amor —y esto se verifica en las tramas literarias además de los guiones cinematográficos—, depara dos máximas adversidades de opuesto signo; amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar. En la clínica no resulta difícil escuchar a los padecientes de ambas desgracias, y a veces, cursan por ellas ¡para colmo al mismo tiempo! (Del capítulo IV, Clínica del extravío amoroso).

Verdad que bascula entre el amor y la muerte, variaciones de una verdad que siempre tiene estructura de ficción. Amor a muerte: ¿una curiosa pulsión que debería explicar todos los esperpentos? (Del capítulo VIII, Amor a muerte).

Editorial: LETRA VIVA

ISBN: 9789878291857

$ 580

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Descripción

En este ensayo se investiga acerca de cómo la historia de la mitología, la filosofía y la medicina, entrecruzadas con la religión como órgano de base, fueron ubicando a la mujer en un lugar de objeto de goce múltiple del hombre. (Del Prólogo).

Si Dios huele a inquisición, será porque los hombres lo utilizan como sutil fetiche, como estandarte para ejercer las más variadas perversiones. Mientras tanto, semblantean que representan una ley que protege al pueblo. Lo hacen en el intento vano de exorcizar aquellos monstruos que Goya, con maestría, solía dibujar, los mismos que habitan en ellos, los mismos que los mortifican. […]

Sexualidad y muerte esta vez entrelazadas de la peor manera con la dosis macabra, con la crueldad a flor de piel, con la nefasta dominación y sometimiento del otro que lleva al paroxismo. ¡Nada peor que la verdad-punitiva del oscurantismo, luz más luz…! (Del capítulo II, Pasiones oscuras: entre el odio y la ignorancia).

El amor —y esto se verifica en las tramas literarias además de los guiones cinematográficos—, depara dos máximas adversidades de opuesto signo; amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar. En la clínica no resulta difícil escuchar a los padecientes de ambas desgracias, y a veces, cursan por ellas ¡para colmo al mismo tiempo! (Del capítulo IV, Clínica del extravío amoroso).

Verdad que bascula entre el amor y la muerte, variaciones de una verdad que siempre tiene estructura de ficción. Amor a muerte: ¿una curiosa pulsión que debería explicar todos los esperpentos? (Del capítulo VIII, Amor a muerte).

Editorial: LETRA VIVA

ISBN: 9789878291857

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